1. EL ESTILO DE VIDA.
Para promover la salud una intervención debe tener como objetivo el cambio en lo que hace la persona, en cómo vive, en definitiva, en su estilo de vida.
1.1. Concepto de estilo de vida
Entre los conceptos calidad de vida y estilo de vida se utilizan sobradamente en nuestra vida cotidiana y son conceptos clave en la mayoría de los estudios que tratan temas relacionados con la salud.
Cuando se habla de estilo de vida desde un enfoque psicosocial se hace referencia a aspectos que destacan la opción individual de la persona frente a unos patrones culturales. Algunos de estos aspectos se ven reflejados en las definiciones siguientes:
- Las diferentes maneras personales en que los seres humanos organizan la vida cotidiana ( Garmendia,1994)
- Las formas, los usos, las prácticas, las costumbres y los valores de individuos que inciden en las conductas, las actitudes y las creencias con relación a ellos mismos, al medio en el que viven y a otros individuos ( Corraliza, Martín y Muñoz, 1996)
- Una visión determinada del mundo que implica un conjunto de patrones de conducta, de valores y creencias, así como el hecho de asumir un determinado papel en el espectro social( Garmendia, 1994)
- El conjunto de patrones que estructuran la organización temporal , el sistema social de relaciones y las pautas de consumo y/o actividades. Es decir, un estilo de vida como “cosmos social, personal y diferenciado” favorecido por un entorno concreto y que se ve influido al mismo tiempo por la acción consciente y coparticipada de los miembros que integran este entorno/sistema.
El estilo de vida hace referencia a patrones de comportamiento compartidos por un grupo social, que se ven favorecidos por los hábitos, las costumbre, las modas o los valores dominantes en cada momento y en cada comunidad y que se adquieren mediante el proceso de socialización. Estos patrones tienden a persistir en el tiempo, pero pueden ser modificados a lo largo de la vida.
El uso del estilo de vida está consolidado en el discurso de las disciplinas socio médicas.
La psicología de la salud se ha ocupado preferentemente de estudiar los factores comportamentales que favorecen la salud y los que comportan consecuencias positivas para la salud. Clasificar las conductas en función de sus efectos sobre la salud.
Al clasificar las conductas en función de sus efectos sobre la salud, podemos distinguir:
· Conductas que contribuyen a enfermar o morir.
· Conductas que reducen el riesgo de enfermar y morir.
No es fácil predecir las conductas de salud ni tampoco modificarías de una forma estable, aunque sabemos de la importancia de sus consecuencias para la vida de las personas.
1.3. El estilo de vida saludable. Variables y evaluación.
Un estilo de vida saludable hace referencia a “un patrón de comportamientos relativamente estables por parte de los individuos o grupos que tienen una relación estrecha con la salud” y que presentan las características siguientes:
· Son de naturaleza conductual y observable.
· Deben mantenerse durante un cierto tiempo.
· Diferentes conductas se pueden dar conjuntamente en el tiempo.
El estudio del estilo de vida relacionado con la salud tiene en cuenta las conductas directamente más relacionadas con la salud y la calidad de vida de las personas, no sólo las dirigidas a la mejora de ésta.
Donde sí parece haber un acuerdo es en hecho de que hoy en día las políticas de salud pública están evolucionando en los sentidos siguientes:
· Las consideraciones de la responsabilidad personal en la elección del estilo de vida, que presta atención a las estructuras de conocimiento subyacentes a la adopción de un estilo de vida u otro.
· La identificación de los determinantes sociales de la adopción y mantenimiento de una conducta u otra.
· La adopción de otras dimensiones más allá de la salud o del riesgo de enfermedad a la hora de definir los niveles de prevención.
El estilo de vida saludable hace referencia a aquellas conductas cotidianas directamente relacionadas con la salud y la calidad de vida de las personas.
1.3.1. Variables.
Diferentes modelos teóricos han incorporado variables explicativas que permiten estudiar empíricamente y operativizar un esitlo de vida que promueva la salud. Si revisamos los estudios más recientes, podemos decir que las variables identificadas de forma más clara y relacionadas con un estilo de vida saludable son las siguientes:
Los métodos que más se han utilizado para estudiar el estilo de vida han sido las entrevistas estructuradas y los cuestionarios.
Se puede hablar del estilo de vida evaluado:
a) A partir de preguntas de encuestas de salud institucionales/gubernamentales sobre las cinco o seis dimensiones tradicionalmente más evaluadas y que están formuladas desde el punto de vista de la identificación de las conductas de riesgo.
b) A partir de cuestionarios estandarizados completos que contemplan diferentes dimensiones.
Computerized Lifestyle Assesment (CLA) de Skinner (1993)
Autoadministrado en línea y formado por 350 ítems distribuidos en veinte subescalas.
Evalúa diferentes ámbitos de la conducta y da respuesta para la persona.
Lifestyle Assestement Questionnaire (LAQ) del National Wellness Institute ( Elsenrath, Hettler & Leafgren, 1988)
Se trata de un instrumento de 185 ítems para la autoadministración y conocimiento de cómo las elecciones personales del estilo de vida afectan a la propia salud.
c) A partir de preguntas formulas de ad hoc para identificar de forma muy específica una o varias conductas concretas o para describir de forma muy general las conductas de la muestra de personas del estudio.
Lifestyle Assesmente Questionnaire(LAQ) Directorate of public Health Medicine,1998.
Este instrumento de 37 ítems evalúa el impacto de la discapacidad en la vida cotidiana de los niños con parálisis cerebral.
El estilo de vida remite a patrones de comportamiento individuales, pero ligados a las condiciones sociales, económicas, históricas o educativas de un grupo determinado, se debe entender que los cambios sociales generan también cambios en estilo de vida de las personas.
Los cambios que genera el paso de la sociedad industrial a la sociedad Red implican cambios en nuestro estilo de vida.
José Luis Pinillos ha hecho una descripción de lo que él llama homo urbanus que es una recopilación de las consecuencias psicosociales de las concentraciones urbanas:
· La agresión permanente estimulada por medio del ruido, la contaminación ambiental y la degradación del medio.
· La sobrecarga de información y la sobreabundancia de estimulación que se traduce en una tendencia a olvidar.
· La congestión que muchas veces da lugar a la necesidad de distanciarse y aislarse.
· La falta de tiempo.
Algunas de estas consecuencias también podrían caracterizar el estilo de vida en la sociedad Red:
· La sobrecarga de información.
· El problema de gestionar y evaluar la información recibida para construir conocimiento.
· La rápida caducidad de información.
· La falta de tiempo y el estrés a causa de las múltiples ocupaciones.
· Los cambios en la movilidad.
Como ya hemos comentado, los indicadores de estilo de vida que tradicionalmente se han asociado a una peor calidad de vida son el consumo de alcohol y tabaco, la ausencia de ejercicio físico y seguir una dieta rica en grasas y pobre en frutas y verduras. Sin embargo, todavía son tímidos los esfuerzos por incorporar los diferentes contextos y funciones que desarrolla la persona y que hacen referencia a la satisfacción personal o a la calidad de vida en cada uno de los contextos en los que vive.
Es razonable pensar que aunque las tecnologías de la información y la comunicación y la Red en especial no tiene que cambiar de forma directa nuestro objetivos vitales, sí inciden en la forma de poder alcanzarlos y, por lo tanto, afectan a nuestra vida cotidiana.
2. CALIDAD DE VIDA
2.1. Concepto de calidad de vida. Un acercamiento histórico y conceptual.
El concepto de calidad de vida es relativamente reciente: aparece durante los años sesenta del siglo pasado y empieza a utilizarse de forma generalizada a lo largo de la década siguiente. La aparición del concepto está ligada por una parte a las ciencias médicas: la disminución de la modalidad prematura que a lo largo del siglo XX se produce en las sociedades desarrolladas hace que los índices ligados a la cantidad de vida resulten cada vez menos informativos con respecto al nivel de salud de la población y que sea necesario un enfoque diferente para tener una percepción real.
Al mismo tiempo, el concepto empieza a considerarse de vital importancia dado que nos permite:
· Centrarnos en el individuo y en su perspectiva ante aspectos centrales de su vida.
· Disponer de un marco teórico de referencia para diseñar intervenciones y evaluarlas.
· Configurar un constructo social que usaremos como agente de cambio en la vida de las personas.
De este modo la calidad de vida se podría entender como:
· - Las condiciones de vida de una persona.
· - La satisfacción de esta persona con sus condiciones vitales.
· - La combinación de las condiciones de vida de una persona con la satisfacción que ésta experimentando.
2.2. Problemas ligados a la definición y a la evaluación de la calidad de vida.
2.2.1. Problemas ligados a la definición de la calidad de vida.
La definición que lleva a cabo la OMS de calidad de vida recoge la amplitud y la complejidad de este concepto y, precisamente por eso, también es una definición muy poco operativa. Tanto desde la organización como para muchos otros autores, las dimensiones de la calidad de vida más citadas son: las relaciones interpersonales, la inclusión social, el desarrollo personal, el bienestar físico la autodeterminación , el bienestar material, los derechos, el ambiente, la familia, el ocio y el tiempo libre, así como la seguridad –proteccción.
2.2.2. Problemas ligados a la evaluación de la calidad de vida.
Otro problema relacionado con la evaluación de la calidad de vida tiene que ver con la discusión sobre si esta calidad se debe entender y, por tanto, medir de una manera global o si bien se tiene que definir y evaluar a partir de ciertas dimensiones relevantes.
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